Por qué utilizar el ultrasonido en fisioterapia | NostrumSport

Por qué utilizar el ultrasonido en fisioterapia

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El ultrasonido terapéutico se aplica en tejidos lesionados acelerando la tasa de curación y mejorando la calidad de la reparación de lesiones de ligamentos, tendones, fascia, cápsula articular, tejido cicatrizal, etc.




Beneficios del ultrasonido

- Cicatrización de las lesiones

- Vasodilatación de la zona con hiperemia y aumento del flujo sanguíneo

- Incremento del metabolismo local, con estimulación de las funciones celulares y de la capacidad de regeneración tisular.

- Incremento de la flexibilidad de los tejidos ricos en colágeno, con disminución de la rigidez articular y de la contractura

- Efecto antiálgico y espasmolítico, que son los más útiles en lo que a indicaciones se refiere

- Aceleración de la tasa de curación y mejora de la calidad de la reparación


Efectos Biofísicos del Ultrasonidos

El primer efecto es el mecánico, ya que la onda produce una vibración que actúa como un micromasaje en la zona tratada ya que las ondas sónicas producen una compresión y descompresión del tejido. Estos cambio de presión, a su vez producen una variación del volumen celular y un cambio en la permeabilidad de la célula.

El segundo efecto es el térmico, causado por la fricción. La cantidad de calor depende del tejido que se trate, del tipo de emisión (pulsado o contínuo), intensidad, duración del tratamiento y coeficiente de absorción.


Profundidad de Penetración

La profundidad a la que penetra el ultrasonido terapéutico depende del tejido que se trabaja:

- En tejido muscular las ondas a 1 MHz alcanzan los 9 mm y las de 3 MHz los 3 mm (aprox.)

- En tejido graso la capacidad de penetración de los ultrasonidos de 1 MHz es de 50 mm y los de 3 MHz de 16,5 mm (aprox.)

- En tendón el haz sónico a 1 MHz alcanza los 6,2 mm y el de 3 MHz los 2 mm (aprox.)










Existen diferentes tipos de ultrasonidos para Fisioterapia y Rehabilitación:

  • Ultrasonido continuo: se utiliza como termoterapia profunda y selectiva en estructuras tendinosas y periarticulares.
  • Ultrasonido pulsado:: la emisión pulsante es la más utilizada actualmente por sus efectos positivos sobre la inflamación, el dolor y el edema. Está indicada en procesos agudos e inflamatorios ya que con parámetros adecuados carece de efectos térmicos.
Tanto los ultrasonidos continuos como los pulsátiles pueden aumentar la difusión de los medicamentos aplicados tópicamente. El calor generado aumenta la energía cinética de las moléculas, dilata los puntos de entrada de los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas, y aumenta la circulación del área tratada, lo que permite una mayor difusión a través del estrato córneo. También las características mecánicas de las ondas sónicas aumentan la difusión de los medicamentos, ya que las vibraciones cambian el potencial de reposo o provocan modificaciones de la permeabilidad de la membrana.

Está contraindicado el uso de ultrasonidos en los ojos, corazón, útero gestante, tejido cerebral, testículos y artritis deformante (activa colagenasa).