Horario otoño-invierno, ¿Cómo nos afecta? | NostrumSport

Horario otoño-invierno, ¿Cómo nos afecta?

El fin de semana pasado dábamos comienzo al nuevo horario de otoño-invierno. Disfrutamos de una hora más atrasando la hora de nuestro reloj desde las 3 de la madrugada a las 2.

Lo cierto eso de tener una hora más está genial en el momento. Sin embargo lo que ello implica no nos suele gustar tanto: los días son más oscuros y cortos puesto que anochece antes, el frío está a la esquina, y posiblemente casi todo el mundo ha agotado ya sus días de vacaciones.

Es decir, lo que viene a ser una vuelta a la rutina en toda regla.

Aunque suene exagerado, estudios demuestran que muchas personas vulnerables sufren una especie de “depresión otoñal” que les dificulta adaptarse al nuevo cambio de horario, sobre todo al de otoño-invierno.

El recibir menos luz durante el día provoca en nuestro organismo una disminución de las defensas que hace que estemos mucho menos activos. Esto se traduce a una reducción de actividad física. Y, como todos sabemos, la falta de ejercicio y movimiento no es otra cosa que un estado de ánimo bajo, irritable y fatigoso.

Si a ello le sumamos que con el frío la probabilidad de caer enfermo aumenta (no hay invierno sin un constipado por el medio), las personas más susceptibles a los cambios pueden entrar en esa depresión otoñal que mencionábamos antes que, sin no se toman una serie de precauciones, puede ser perjudicial para la salud sobre todo en cuanto a problemas de sueño y nivel de rendimiento tanto físico como intelectual.

Para afrontar y adaptarnos a este cambio estacional y prevenir de este modo sus efectos negativos, te recomendamos:

- Adaptarse al nuevo horario antes que los demás. Sí, lo que lees. Si unos días antes, comenzamos a atrasar una hora antes (o unos minutos si una hora te entorpece demasiado tu ritmo diario respecto a tu entorno) nuestras actividades rutinarias, sobre todo en las comidas, el cambio de hora oficial no nos supondrá tanto esfuerzo sobrellevarlo.

- Da igual que no sea verano, continuamos con la “operación biquini”. Pese a que con el frío nos suele apetecer una alimentación más pesada, intenta dentro de lo posible seguir con esa dieta equilibrada y saludable, y sobre todo, bebiendo mucha agua.

- Ejercicio, ejercicio y más ejercicio. Nunca nos cansaremos en decirlo. Como mínimo media hora al día, aunque sea pasear, pero que las bajas temperaturas no te impidan sacar tus piernas a la calle.

Aún estás a tiempo de seguir nuestros consejos. Recuerda, la clave está en el movimiento, en mantenerse activo.